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El arroyo de Antequina entra en la Casa de Campo por la reja del mismo nombre procedente de Pozuelo (concretamente del Parque Forestal de Somosaguas-Pozuelo) y abandona el recinto en la zona de la carretera de Catilla y el Club de Campo (próximo a la Casa de Vacas).

Sabina junto a la tapia

Sabina junto a la tapia

Pinar en la niebla

Pinar en la niebla

Fresno junto al arroyo

Fresno junto al arroyo

Su paso por la Casa de Campo es corto, pero genera una vegetación única. En sus márgenes desparecen pinos y encinas y proliferan los fresnos, chopos y otros árboles de ribera.

Sabinas

Sabinas

En la zona más cercana a la tapia, cerro de las Covatillas y Cuartel de Casa Quemada, destacan los pinos y en la parte más alta las sabinas. Entre ellos, algunos extraordinarios fresnos, estos más cerca del cauce.

Fresnos

Fresnos

A esta zona de la Casa de Campo, alejada del núcleo más popular (Lago, Parque de Atracciones, Zoo) se puede acceder desde la urbanización Rosa Luxemburgo, en Aravaca.

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El día del paseo, nos acompaño todo el paseo la niebla, que dio a nuestras fotos un aire algo tenebroso que para nada percibimos durante el mismo.

REJAS DE ANTEQUINA: entrada del arroyo en la Casa de Campo.

Reja del arroyo de Antequina

Reja del arroyo de Antequina

Diseñadas en el s. XVIII por Sabatini,  las «rejas» son unas construcciones híbridas de puente y puerta que, tenían que resolver el problema de permitir el paso del agua de las riadas de los arroyos y barrancos, y a la vez impedir el acceso de extraños, para lo cual se realizaron unas aberturas parecidas a portones, que estaban cerrados con rejas de hierro.
El diseño más normal de una reja consiste en una terna de puertas, siendo de mayor tamaño la que ocupa la posición central. Para resistir el gran empuje de las aguas en las riadas de los arroyos, estas puertas están flanqueadas por potentes estribos, que adoptan la forma de tajamares en el lado que se enfrenta a la corriente, al igual que ocurre con los puentes. 
Están realizadas en ladrillo, y muestran una amplia gama de soluciones constructivas para un tema común, formando un conjunto arquitectónico que ha perdurado en su mayor parte y que nos da una muestra más de la maestría constructiva de Sabatini. Han llegado hasta nuestros días las Rejas del Arroyo Meaques, Arroyo de Prado del Rey, Arroyo de la Zorra y dos en el Arroyo Antequina.(SABER MÁS)

PUENTE DE LAS GARRAPATAS: siguiendo el cauce del arroyo

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A finales del siglo XIX, en 1888, se construye este singular puente peatonal sobre el curso del arroyo Antequina en las cercanías de “las rejas” del cauce fluvial y de su afluente y en el camino de los Robles (que se trazó en aquella época), orientado en sentido norte-sur y en dirección a la importante Casa de Vacas. Originariamente denominado puente de los Tres Robles, pero conocido después de la guerra civil como puente de las Garrapatas, es obra de Enrique Repullés y Segarra, quien fuera arquitecto mayor durante el periodo de regencia de María Cristina, madre del rey Alfonso XIII. (SABER MÁS)