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Estos dos cipreses (cupressus sempervirens) de porte clásico (en forma de columna) tienen una altura aproximada de 13 metros y una edad estimada de 50 años (unas criaturitas).
Poseen troncos de escaso perímetro y copas estrechas, de un máximo de 2 metros de diámetro. Están catalogados como singulares por el Ayuntamiento de Madrid debido su indudable valor ornamental.
Se encuentran en la misma entrada a la zona del Lago desde la Puerta del Ángel y se hace referencia a ellos como «de la glorieta de los patines» recordando el uso que se hacía antes a lo que hoy es el polvoriento aparcamiento del lago.
Recuerdo a mis lectores que dicho aparcamiento era un humedal que se helaba en invierno y que se utilizaba para patinar