Si algún árbol destaca en Madrid por su presencia en parques, calles, avenidas, y casi en cualquier lugar, este es al plátano de sombra. Es difícil encontrar una zona arbolada donde no haya algún ejemplar.
Tal pareciera que la ciudad del oso (ahora osa) y del madroño, se haya convertido en la ciudad del… y del plátano (en los puntos suspensivos podéis poner lo que queráis).
Carlos V venía a menudo a Madrid, entonces un alcázar y poco más, “por la pureza de sus aires y la riqueza de sus bosques”. Parece que de ambas cosas ahora no estamos muy sobrados.
Ya se ha hecho referencia en este blog a este árbol, que resulta impresionante en algún otro lugar de nuestra comunidad (ver, por ejemplo, los plátanos de Aranjuez).
Sirva por tanto estas líneas y esta fotos para rendir homenaje a este sufrido y generoso árbol que nos acompaña, en esta ocasión, cuando paseamos por el Paseo del Prado, frente a la entrada del Jardín Botánico y muy cerca de los museos más relevantes de nuestra ciudad: Museo del Prado, Thyssen y Reina Sofía.
Por cierto, Museo Thyssen y plátanos de sombra parecen andar últimamente muy unidos gracias a nuestros regidores municipales y a los responsables del museo. Veremos como acaba la cosa.