Un olivo solitario. Una estatua solitaria
El símbolo de la paz.
El zamorano ministro de educación más recordado.
Y detrás, muy cerca, las casetas de la cuesta, nuevamente en su sitio.
Tres símbolos: paz, educación, cultura en el centro de la ciudad.
Un poco más lejos, pero demasiado cerca, todo lo contrario, la barbarie,
el salvajismo, la desesperación, la ignorancia.
Pocos olivos hay en Madrid ciudad. Pocos y solitarios.