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Paseando por el Parque de la Fuente del Berro podéis encontraros con este curioso árbol (más bien parece un arbolillo o incluso arbusto).
El nombre que le he puesto no es muy original, lo reconozco, pero pretende ser un homenaje a la planta, a quien la plantó y guió (es de suponer) y a quien la ha cuidado a lo largo de los años.
Tiene apariencia de tener muchos, pero ¿cuántos? ¿Tantos como el parque? Es probable. Su cariñoso abrazo a la farola tiene mucho de fraterno pero también parece un simple aprovechamiento de la fijeza y la consistencia del metal para sostener la inicial fragilidad de la planta.
Mi ignorancia botánica me impidió durante algún tiempo determinar el tipo de planta de que se trata. Ahora ya lo sé: se trata de un ejemplar de bignonia (Bignonia Kansi). Su descubrimiento, ha sido tan emocionante como el del origen del Nilo (sin exagerar).
Esta en la pradera, muy cerca del tejo, de la estatua de Pushkin y debajo de las secuoyas.
«MALAS NOTICIAS»: en una reciente visita he descubierto con triste sorpresa que el «abrazafarolas» y su farola han sido cortados. VER ENLACE
ArbolesdeMadrid 