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GINKGO DE LA FUENTE DEL BERRO
(Ginkgo biloba Linneo)
El nombre ginkgo es de origen japonés. El árbol aparece citado en una historia china como “yah-chio” (pie de pato por la forma de sus hojas). Al pasar a la grafía japonesa se denominó como “ginkyo” y, parece ser que por error, se tradujo al latín como ginkgo.
Fósil Viviente. Único de su especie. Desde el Mesozoico él y sus antepasados han poblado nuestro planeta, aunque en la actualidad sobreviven gracias a la mano del ser humano que lo a plantado para adornar parques y jardines.
El madrileño parque de la Fuente del Berro, antes finca privada y hoy parque público, se encuentra situado al final de la calle Jorge Juan y constituye uno de los lugares de paseo y solaz más tranquilos y con arbolado más variado de la ciudad. Y eso pese a su vecinas M-30 y Sainz de Baranda que lo bordean por dos de sus cuatro lados. En él, además del enorme ginkgo, podemos encontrar tejos, pinos, cedros, y otras especies de tamaño y presencia importante, además de lugares y rincones especialmente agradables para el descanso y la contemplación.
En la parque de abajo del parque, precisamente en el ángulo que forma las calles anteriores se encuentra el gingko. Uno de los más grandes de la ciudad, o por lo menos de los que se encuentran en zonas públicas.
Su poder de regenerarse a si mismo causó sorpresa cuando se encontró un retoño verde en Hiroshima en 1946, ocho meses después de la explosión nuclear, en medio de la ciudad destruida.
Efectivamente es un árbol, de los pocos, que debe su supervivencia a la acción del hombre. Al ponerse de moda en China, asociado a significados simbólicos fue objeto de grandes plantaciones. Su colorido espectacular y su gran tamaño hacen de él un árbol especialmente apreciado en jardinería.
Un blog dedicado a los árboles de Madrid, promete. Madrid es una de las ciudades españolas mejor arbolada.
Un saludo y bienvenido a la coctelera.
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He visto sus árboles de Asturias. Me ha gustado pero le sugiero dos más. En Espinaredo, al lado de Infiesto, hay ante la iglesia un tejo mucho mejor que muchos de los mostrados en sus fotos. Creo que en el cementerio de Omedal (al lado de Espinaredo) hay un auténtico vivero de tejos que nace de forma espontánea.
Al lado de Gijón, en una aldea que se llama Deva, hay una casona propiedad del conde de Revillagigedo (el mismo del palacio en el puerto viejo) con dos eucaliptos dignos de ser admirados. No los veo desde hace cuarenta años pero en mi infancia ya tenían un tronco de un diámetro descomunal, lo sé pues los midió mi padre.
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Muchas gracias por su comentario. No conozco Espinaredo, pero pronto volveré a Asturias y le aseguro que visitaré el lugar. En cuanto a los eucaliptos de Deva, intentaré encontrarlos, aunque la mayoría de las grandes propiedades de esa zona no permiten la entrada.
Muchas gracias de nuevo
Saludos
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Recuerdo que en la Plaza de Conde de Valle de Suchil, en Madrid, habia Ginkgos hace años.
Confio en que permanezcan.
Soy amante de los arboles desde la primera vez que trepe a una higuera .
Me subi a un algarrobo con ocho o nueve años y nunca he vuelto a tener una experiencia similar, comparable a la de sentirse parte de la naturaleza.
El ginkgo, el tejo, el magnolio (podria citar tantos) me encantan especialmente.
Encontrar su bitacora me emociono en suma.
Si encontrase alguna vez una balaustra , acuerdese de mi, por favor.
Felicidades por su trabajo y su aficion.
Pd. Disculpen los acentos, el teclado no responde.
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Muchas gracias por su comentario.
Estaré al tanto.
Saludos
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